20100610

Zamarreéme no más, que yo me levanto.

Así con la cosa, cuando creemos todo va bien ¡paaf! Viene una mano negra, nos zamarrea y nos tira todo por la borda. Ahí es el momento de poner a prueba lo aprendido, pero ¿cómo? ¡Ay! Si todo en este viaje es tan complejo, no hay recetas para nada, ¡ni para cocinar! Pueden decirte todos, ¡TODOS! los ingredientes para una sopa y a tú abuela le queda espectacular, pero ¿a ti? ¡Te queda desabrida! Si por más que creamos tener todo lo necesario, no se puede. Nada se tiene seguro en esta vida mijo' eso es ¡imposible!

Es más, vinimos acá con un contrato firmado a ser felices, pero no leímos la letra chica pue', ahí se nos advierte de esta ilógica forma para subsistir y ser felices. Pero ¿por qué no leemos eso? Porque estamos entusiasmados pue', queremos pasarla bien, disfrutar de la buena mesa y la poca vergüenza, en fin, lo queremos todo en bandeja. Si somos muy pillos, pero este contratito de venir al mundo y ver la luz no es gratis pue'. En el camino uno se da cuenta. Primero nadie te enseña nada. Segundo pa' más remate en el caminar loco por ahí, pierdes cosas a las que les tienes cariño ¡Sí! eso es lo más triste de todo pue'. No sería nada tropezarse con una u otra piedrecilla por ahí o andar a costalazo limpio, uno no más pue'. Pero cuando nos damos cuenta ¡Uf! Que a todos les pasa lo mismo y ves caerse y caerse y caerse a otro que tú quieres, duele pue'... Eso es lo más duro de esto...

¡Ay! Pero no nos queda de otra que vivir. Esto pasa y va a pasar siempre. Claro que acostumbrarse tampoco es la forma, ni menos dejar al "destino" todo. Hay que ponerle ñecle a las cosas. Sí, ya sabemos que no todo será como queremos, por supuesto que lo sabemos. Pero nunca esta demás intentarlo, no. Esa mano negra puede venir y zamarrearme cuantas veces quiera ¿sabe? Y yo mientras tenga fuerza me voy a acordar del contratito ese de la felicidad y sí, a lo mejor es mentira, pero ¿quién no quiere ser feliz? ¡Ay! si sería tonto el ñato que no quisiera. Hay que puro ponerle empeño en esta vida. Es loca la cosa, sí, eso es innegable, mas ¿quién no es está loco acá? Que lance la primera piedra.

Así que de hoy pa' adelante no voy a tratar na'ita de entender qué es lo qué pasa. Voy a dedicarme a hacer cumplir el tan manoseado contratito, obvio que con todo lo que eso implique pue'. No sólo hay que tener las ganas de ser feliz, hay que tener también la paciencia, esa con la que todo se alcanza, pa' soportar los zamarreos de esta loca de la Vida. A vivir se ha dicho, capaz que aprenda algo por ahí ¿quién sabe? -Nadie sabe.